Los indios adoran a una vaca mutante como a un dios y buscan una esposa para ella.
Algunos chamanes locales seleccionan chicas hermosas para casarse con la “vaca divina”, creyendo que serán bendecidas por los dioses y nunca enfermarán.
Familias locales están dispuestas a entregar a sus hijas al “dios vaca” con la esperanza de obtener bendiciones.