Se llevó a cabo en el Estadio Ramón Sánchez Pizjuán, que fue la sede de su comparecencia. Un importante número de aficionados del Sevilla acudieron a dar la más cordial bienvenida al español a su regreso a la ciudad que le vio nacer y crecer.
Durante todo el partido la afición no dejó de mostrar su admiración por Ramos y corear su nombre. El deportista, que en ese momento tenía 37 años, no pudo mantener el control de sus sentimientos a consecuencia de esto. La felicidad que sentía en su corazón hizo que se le llenaran los ojos de lágrimas.
Se cita a Ramos diciendo: “Quiero agradecer a todos los aficionados por permitirme volver aquí de nuevo. Realmente lo aprecio.” Realmente valoro su ayuda”. Te agradezco que me hayas permitido entrar y que me hayas hecho sentir como en casa. Debido a que he estado ausente durante los últimos 18 años, he experimentado muchos altibajos en la vida. Prometo que haré todo lo que esté a mi alcance para ganar esta camiseta y lo haré con una sonrisa en la cara.