Son los perros como Mulan los que nos hacen preguntarnos: ¿cuántos de estos animales de cuatro patas terminan su viaje sin tener la oportunidad de revelar su verdadero yo?
Esta dulce niña no tenía otra opción en la vida que ser demasiado protectora y, hasta ahora, eso solo le causó problemas. Debido a su traumática experiencia pasada, Mulan se enfrentaba a la eutanasia.
Fue clasificada como una perra “severamente reactiva” que nadie quería. Ladraba a todo el mundo y no dejaba que nadie se acercara a su perrera, por lo que el personal del refugio decidió ponerla en un sueño eterno.
Pero entonces, en el último minuto, un amante de los perros con un corazón gigante intervino y cambió la vida de Mulan para mejor.
El avance inesperado
Los dueños de Mulan la entregaron a un refugio, ya que el propietario exigía que se deshicieran del perro. Cuando entró al refugio, estaba bastante aterrorizada.
Nunca había sido socializada con otras personas ni con otros perros, por lo que sentía la necesidad de ser sobreprotectora todo el tiempo. No dejó que nadie la tocara ni se acercara a ella en la perrera, por lo que terminó en la lista de eutanasia.
¡Entonces ocurrió el milagro tan esperado!
Uno de los voluntarios que trabajaba en el refugio se puso en contacto con Martha Moore, vicepresidenta de Friends of Guilford County Animal Shelter, de Carolina del Norte, para ver si podía ayudar al perro.
Martha estaba más que feliz de hacerlo, especialmente después de enterarse de que el perro no había salido de la perrera durante 13 días seguidos.
“Estaba tan cerrada emocionalmente y no dejaba que nadie se acercara a su perrera. Al final del día, tenía que abandonar el refugio o la sacrificarían”, dijo su madre adoptiva a The Dodo.
Martha, una voluntaria de gran corazón, pasó dos horas conociendo a Mulan en el refugio. La perra estaba muy ansiosa y asustada, pero finalmente dejó que Martha le pusiera una correa y la llevara a casa.
Durante los primeros días, Mulan fue cautelosa, tratando de adaptarse a su nuevo hogar adoptivo, pero todavía era demasiado destructiva. Un día, Mulan había destruido completamente la habitación y ella parecía muy aterrorizada.
En lugar de regañarla, Martha simplemente se sentó en el suelo, ignoró por completo todo el desorden y le dio un regalo a esta pobre niña. ¡Ese mismo momento fue un gran avance para los dos!
Por primera vez, Mulán se acercó a Martha y comenzó a darle los besos más dulces, como si intentara decirle: “¡Gracias por no castigarme!”.
Transformación de toda una vida
Desde ese día, el comportamiento de Mulan ha mejorado significativamente. Ella abrió completamente su corazón a su familia adoptiva y a su nuevo hogar en Carolina del Norte.
A este lindo pastel le tomó sólo dos semanas transformarse en un nuevo perro. Aunque todavía era cautelosa con otras personas durante los primeros minutos, socializaba con los demás mucho más fácilmente que antes.
“Mulan es una chica sensible y necesita unos 15 minutos para familiarizarse con gente nueva. Una vez que le des tiempo para que se sienta cómoda, tendrás una amiga para toda la vida”, dice Martha.
Incluso dejó que su madre adoptiva le frotara la barriga y la abrazara, como lo hace con sus otros perros.
“A Mulán le encanta jugar con otros perros, comparte muy bien sus juguetes y sus tazones de comida y agua, ¡e incluso se lleva bien con los gatos! El paquete perfecto”, escribió Martha en su Facebook.
Después de dos meses de amor, abrazos, trabajo intensivo y socialización, ¡era una niña completamente nueva, lista para abrazar una nueva vida!
Encontró la familia perfecta que estaba lista para darle lo que había estado buscando todo este tiempo: ¡amor, comprensión y mucha paciencia! Con todo esto en su nuevo hogar, ¡estoy absolutamente seguro de que ella hará tan felices a sus nuevos homosexuales!