Grandes y blandos, pero todavía en un huevo Los huevos de los pulpos de aguas profundas, que viven frente a las costas de Japón, Corea y Chia, tienen una reputación diferente. Estos habitantes del mar se comen en todas partes, pero las preferencias gustativas de la gente de estos países aún varían. Iп Chiпa, les gusta hacer sopa con sus tentáculos. En Corea, los pulpos se comen crudos, lo que se considera extraño y aceptable para otros pueblos. Además de Japón, sus huevos son muy populares.
Enclavado en lo profundo del océano se encuentra un producto extraño que ha dejado a muchas personas asombradas: miles de huevos de pulpo que forman una bola gigante. Este fenómeno intrigante ha cautivado la atención de científicos y entusiastas por igual, y ha suscitado preguntas sobre el ciclo de vida de estas fascinantes criaturas.
Los pulpos son conocidos por su notable inteligencia, habilidades de camuflaje y comportamiento complejo. Sin embargo, su proceso de reproducción es igualmente fascinante. A diferencia de muchas otras especies, las hembras de pulpo ponen sus huevos en un grupo, que es el cuidado de la madre hasta que nacen. En algunos casos, estos huevos caen en los dientes, y a menudo se depositan en un área protegida donde pueden ser guardados por la madre.
La teoría es que la bola de huevos sirve como un escudo protector para los embriones en desarrollo. La pelota actúa como una barrera, protegiendo los huevos de los depredadores y otras amenazas que pueden dañar a la descendencia vulnerable. Otra teoría sugiere que la bola de huevos ayuda a regular la temperatura y los niveles de oxígeno necesarios para que los huevos se desarrollen correctamente.
Los pulpos son un plato muy popular en Japón. Hacen barbacoa con él, hacen albóndigas, se lo comen como un saco. A los japoneses les encanta experimentar con sus platos, les encanta el sabor y el aroma intensos. Así que el característico olor a pescado de los huevos no los asusta. Por el contrario, agregan líquido de ellos a los platos para realzar el sabor.