Los cuidadores del zoológico notaron que un mono llamado Do-Do está mostrando interés en un cachorro de tigre que se quedó sin madre. El mono pasaba mucho tiempo al lado del bebé, jugaba con él.
El personal decidió que podían confiar en ella para cuidar al bebé, solo era necesario enseñarle a alimentar al bebé con biberón. El chimpancé demostró ser un estudiante ejemplar, y muy pronto el cuidador ya no tuvo que ir al cachorro de tigre cada pocas horas para que pudiera saciar su hambre.
Madre inusual pero muy cariñosa.
El cachorro de tigre tenía un mes cuando Do-Do se hizo cargo no solo de su crianza, sino también de su alimentación. El chimpancé ha aprendido a sostener correctamente el biberón de fórmula y a acostar al cachorro para que le resulte cómodo comer.
Los empleados llamaron al bebé rayado Aaron y siempre observaron con interés cómo se desarrollaba su relación con una madre adoptiva inusual.
Al cachorro de tigre le gustaba su niñera, especialmente porque disfrutaba jugar con él. Muy pronto los animales se volvieron inseparables. Desafortunadamente, los instintos toman el control, por lo que cuando Aaron se hizo más fuerte, se separó de Do-Do, temiendo por la seguridad del mono.
nuevas salas
Cuando Aaron ya no necesitaba una enfermera, Do-Do comenzó a ayudar a otros depredadores. La chimpancé cuidó a sus cachorros. Con una madre adoptiva inusual, los depredadores se quedan hasta que se vuelven adolescentes, luego, por seguridad, Do-Do se separa de ellos.
Al mono le gusta mucho jugar con los bebés rayados, resultó ser una madre amable y atenta que se dedica al proceso de crianza, sin prestar atención al hecho de que los niños adoptados no se parecen en nada a ella.