Los perros samoyedos son conocidos por su personalidad afable, lo que los convierte en una de las razas más agradables que existen. Estos amigos peludos pueden alegrar fácilmente a sus dueños con sus travesuras, incluso si ocasionalmente se portan mal. De hecho, su presencia reconfortante también puede ser una fuente de consuelo para quienes están de duelo. Esto es particularmente cierto para una raza particular de perros samoyedos en los EE. UU.
Recientemente, dos perros samoyedos estaban jugando en su jardín cuando los aspersores se encendieron repentinamente y su dueño olvidó cerrar la puerta. Los juguetones cachorros no dudaron en correr por el barro y la tierra, rodando felices sin preocuparse por nada. Cuando regresaron a casa, estaban completamente cubiertos de tierra, por lo que era casi imposible decir que se trataba de las mismas mascotas blancas y esponjosas que se fueron unos momentos antes.
Conoce a Felix y Finley, los dos juguetones samoyedos propiedad de Lora Larkin de Tampa, Florida. Un día, mientras Lora se duchaba, se olvidó de cerrar la puerta y los dos hermanos aprovecharon para jugar en el patio cuando escucharon el sonido de los aspersores. Estos dos doggos hilarantes pasaron el mejor momento de sus vidas mientras jugaban en las duchas y se revolcaban en el barro, sin preocuparse por nada. Su pelaje blanco ahora estaba cubierto de tierra húmeda, pero eso no parecía molestarlos ni un poco.
Los dos traviesos hermanos caninos se transformaron en pequeños osos pardos.
Al terminar su baño y salir del baño, la dueña se sorprendió al ver a sus dos perros embarrados que necesitaban urgentemente un baño. Se preguntó si serían capaces de recuperar su limpieza con todo ese barro en su pelaje. Una foto y un video humorísticos que documentan la situación se compartieron en plataformas de redes sociales como Instagram y TikTok. Los seguidores de Felix y Finley dejaron comentarios que expresaban su diversión por la situación de los perros, como “¡Agreguemos un poco más de barro para la belleza!” y “¡Puede que estén sucios, pero siguen siendo lindos!”. Algunos incluso comentaron sobre la coloración en blanco y negro de los perros, sugiriendo en broma que el pelaje negro podría adelgazarse cambiando su color. A pesar del desorden, los perros parecían increíblemente contentos y felices, con los ojos limpios como mínimo.
Nuestros amigos peludos disfrutan retozando en el patio trasero y cubriéndose de barro y agua. Es su forma de experimentar las maravillas de la naturaleza, como los niños a los que les encanta jugar al aire libre. Félix y Finley pueden ser un poco torpes, pero saben cómo vivir la vida al máximo. Para apreciar su espíritu infeccioso, uno debe consultar sus perfiles en las redes sociales y ser testigo de sus travesuras lúdicas de primera mano.