Nos sorprende constantemente el reino animal y las improbables amistades que se forman entre diferentes especies. Debido a su enfoque amoroso y afectuoso ante la vida, los perros tienden a ser receptivos a las relaciones con otros animales y están felices de convertirse en los mejores amigos de cualquiera que necesite su amor.
Una de las relaciones más lindas que jamás hayamos conocido es la entre Herman y Lundy. Lundy es un cachorro chihuahua que no puede caminar y depende del cuidado de los humanos para que lo apoyen cada día. Y su nuevo mejor amigo, Herman, es una paloma que no puede volar.
Unidos por sus discapacidades, estos dos adorables animales se han vuelto inseparables. Se conocieron a través de la Fundación Mia, una organización de rescate en Nueva York que rehabilita animales con defectos de nacimiento y discapacidades físicas.
Herman fue rescatado de un aparcamiento de un concesionario de automóviles de Nueva York, después de que el personal notara que había estado sentado en el mismo lugar durante tres días, aparentemente esperando morir. Resulta que sufre una enfermedad neurológica y no puede volar.
Aunque los rescatadores de Herman decidieron que era necesario sacrificarlo, Sue Rogers de la Fundación Mia pensó lo contrario. Tomó el asunto en sus propias manos para rescatar a Herman y se comprometió a cuidar ella misma de la paloma.
Lundy, por otro lado, es un cachorro chihuahua que no puede utilizar sus patas traseras. Sufre una discapacidad conocida como “síndrome del nadador”, con la que vive debido al daño en su médula espinal. Aunque inicialmente no estaban juntos, cuando Sue animó a Herman a salir de su cuna para hacer ejercicio, notó que él fue directamente hacia Lundy, quien lo aceptó de inmediato.
En una entrevista con WHEC TV, sue dijo:
Tenía razón cuando dijo que las cosas se volvieron locas. Gracias a las fotos que Sue compartió en Facebook, recaudaron la increíble cantidad de $6,000 en donaciones. Esperemos que las fotos hayan ayudado a elevar el perfil del increíble trabajo que realiza la Fundación Mia para apoyar a los animales discapacitados.
A pesar de las dificultades que tanto Herman como Lundy enfrentan en la vida, han desarrollado una relación amorosa que realmente muestra la profundidad de la conexión que es posible entre diferentes especies de animales.
Pero lo más importante es que su amistad muestra cuán vital es el trabajo de la Fundación Mia, y su deseo de darles a los animales una segunda oportunidad en la vida es algo por lo que todos deberíamos estar agradecidos y orgullosos.
¡Mantengan ese ritmo, chicos!