Janice Haley, de 57 años, de Orlando, Florida, tiene una perspectiva única sobre los tigres. Para ella, no son solo feroces felinos de la jungla, sino también gatitos tiernos y juguetones. Con dos tigres, Janda y Saber, viviendo en un recinto en su patio trasero, Haley los trata como si fueran sus propios hijos.
Haley decidió dejar su trabajo de oficina en 1995 y comenzar a trabajar con animales exóticos siguiendo el consejo de su esposo. Desde entonces, ha tenido varios felinos diferentes y cuenta con la ayuda de voluntarios para cuidarlos y jugar con ellos.
Aunque algunas personas consideran cruel mantener tigres en cautiverio, Haley reconoce las críticas pero argumenta que, en la naturaleza, la situación de los tigres es aún más sombría. Ella cree que proporcionarles un hogar seguro y amoroso es mejor que dejarlos en la incierta vida salvaje.