La timidez de la copa es un fenómeno extraño y fascinante que se produce en determinadas especies de árboles, provocando que eviten tocarse entre sí de forma inexplicable. Este fenómeno se caracteriza por una clara brecha entre las copas de los árboles adyacentes, creando un patrón único y visualmente llamativo en el dosel del bosque.
Cuando miras algunos árboles altos, como el eucalipto, el abeto de Sitka y el alerce japonés, notarás algo inusual: las ramas más altas no se tocan. Esta condición natural se conoce como “timidez de las copas” y provoca patrones similares a rupturas en el dosel del bosque que parecen delinear con precisión las hermosas siluetas de los árboles.
La timidez de la copa se ha observado entre árboles de la misma y de distintas especies en sitios de todo el mundo desde que los científicos comenzaron a investigar el problema en la década de 1920. La timidez de la copa parece tener el mismo aspecto independientemente de la especie de árbol o el hábitat, con espacios que se asemejan a canales serpenteantes, fracturas en zigzag y ríos sinuosos.
Si bien nadie sabe con certeza por qué árboles específicos se comportan de esta manera, varios expertos han propuesto teorías diferentes. Una teoría es que ocurre cuando las ramas de los árboles (especialmente aquellas en lugares con fuertes vientos) chocan entre sí. Otra teoría es que permite que las plantas perennes obtengan la mejor luz posible para la fotosíntesis. Sin embargo, la hipótesis más popular es que los huecos impiden que los insectos invasores se propaguen.
Cualquiera que sea la causa de esta aparición única en las copas de los árboles, una cosa es segura: ¡la timidez de las copas es una condición muy fotogénica!
La timidez de la copa provoca espacios parecidos a grietas en la copa de los árboles, lo cual es un fenómeno natural.