Con tan solo 18 años, su pie izquierdo está impresionando a la gente que trabaja cada día en Valdebebas. Estaba todo claro que era una perla que había que cuidar y acordaron que no se la quedarían. “Tiene todo para ser una estrella”, comentaron desde Valdebebas, pero el cuerpo técnico tiene claro que hay una evolución a seguir a todos los niveles, incluido el físico, y eso le obligará a trabajar duro, aunque parezca sobrecualificado para ello.
De hecho, Güler acudió al mejor club del mundo consciente de ello y de lo que le quedaba por hacer en todos los aspectos, tanto físicos, futbolísticos como de desarrollo personal, pero la apuesta del club estaba decidida. Le esperará porque es una apuesta a largo plazo, pero lo importante es que a pesar de su corta edad se quedará en el primer equipo esta temporada.
Tan familiar, para verlo separado de su padre casi hay que entrenar porque los primeros días casi siempre está con su familia. Fue a su padre y se fue con él.
Pero además de los próximos partidos, Carlo Ancelotti se quitó los guantes para que el niño se sintiera cómodo. La conexión que surgió entre alumnos y profesores también sorprendió a Valdebebas. Uno de los rasgos distintivos de Carletto es sin duda su capacidad para entender a los jugadores, incluso a los más jóvenes, y Güler se siente cómodo y apoyado.
A nivel puramente futbolístico basta un solo entrenamiento con balón para ver los detalles del genio turco. “Tiene don”, comentaban también desde dentro de Valdebebas, donde se le ha comparado con otros zurdos de oro y algunos ven en las asistencias que recuerdan a Messi. Como otros futbolistas, “mirar antes del pase, no mientras”, señalaron desde la Ciudad Real Madrid.
escucha y un poco tímido
Güler está en ese proceso de aprendizaje. No se tarda mucho en dibujar al futbolista entero, con apenas unas pinceladas, pero se nota que es un chico tímido pero decidido, con algunos de los gestos que en un principio le sorprenden al alejarse por completo del chico pretencioso devorado por lo que le rodea.