México está enviando algunos de sus famosos perros de búsqueda y rescate a Turquía para ayudar a buscar personas enterradas bajo los escombros tras el terremoto del lunes.
Un avión con 16 perros a bordo despegó de la Ciudad de México el martes temprano.
México, que es propenso a los terremotos, cuenta con equipos civiles y militares altamente especializados que a menudo se despliegan para ayudar cuando ocurren desastres.
Los perros se ganaron el corazón de los mexicanos durante el sismo de 2017 en el país, cuando salvaron varias vidas.
Una labrador retriever amarilla llamada Frida ganó fama internacional cuando se la vio buscando sobrevivientes en la Ciudad de México con gafas protectoras y botas.
La marina le dio crédito a Frida por salvar 12 vidas y localizar 40 cuerpos en operaciones en México, Haití, Guatemala y Ecuador.
Si bien Frida murió de vejez el año pasado, al menos uno de sus colegas caninos del terremoto de México de 2017 formará parte de un equipo de la Armada de México que viajará a Turquía.
Ecko, un malinois belga, fue visto en el aeropuerto de la Ciudad de México con su guía de la marina.
Pero el despliegue no es sólo militar. El grupo civil de búsqueda y rescate Los Topos de Tlatelolco también está en camino.
El grupo de voluntarios altamente experimentados había enviado un mensaje al Ministro de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, ofreciéndole su ayuda.
En cuestión de horas, Ebrard respondió que se había organizado el transporte para ellos con la ayuda de la embajada turca en la Ciudad de México.
El canciller también publicó un video de un miembro de la Cruz Roja con su compañero de cuatro patas a bordo del avión.
En la grabación, Ángel Daniel Hernández dice que ha estado entrenando a su pastor alemán Rex desde que lo adoptó hace cinco años.
México no es el único país que envía perros para ayudar en los esfuerzos de rescate en Turquía y Siria.
Croacia, la República Checa, Alemania, Grecia, Libia, Polonia, Suiza, el Reino Unido y los Estados Unidos también están desplegando caninos con sus cuidadores.
Los animales a menudo se utilizan en áreas donde el uso de maquinaria pesada podría hacer que los escombros se derrumben aún más, poniendo en riesgo la vida de los sobrevivientes.
Los perros están entrenados para olfatear a los humanos y alertar a sus cuidadores ladrando y arañando el suelo donde el olor es más fuerte.
Las autoridades mexicanas dicen que su misión es “salvar vidas” y aunque los perros pueden detectar el olor de los cuerpos y de aquellos que están enterrados vivos bajo los escombros, la esperanza es que su rápido despliegue resulte en rescates en lugar de recuperaciones.